Objetivos 2

Felicidad y conciencia.

Nuestro programa lleva implícito específicamente el objetivo de todo desarrollo integrador al servicio de la conciencia, la empatía y de las cualidades superiores de la inteligencia, las cuales son también susceptibles de estímulo y crecimiento.

En COPRA fomentamos dicho despertar, pues éstas se encuentran latentes al nacer en diverso grado en cada individuo; en especial la intuición –entendida como pensamiento directo, global e integrador– y el discernimiento, como gran regidor de la consciencia que permite desarrollar la elevada capacidad de elegir en todo momento lo que es verdaderamente óptimo para el individuo y sus semejantes, distinguiéndolo con claridad de aquello que, en definitiva, es perjudicial.

De igual modo es importante señalar que la consecución final en la existencia de todo ser humano es la felicidad verdadera, de modo que también es nuestra propia expectativa como sistema y proyecto: una educación que permita el florecimiento de todas las potencialidades humanas de un modo equilibrado y natural, permitiendo que ese estado de felicidad genuina y esencial se manifieste de forma espontánea, y sea cuidado y estimulado para que pueda aspirar a lograr su más alto grado de plenitud.

Armonía y crecimiento.

La armonía presupone el equilibrio y la mesura en cualquier ámbito de la vida o de una materia dada. Nuestro sistema de enseñanza equilibra y armoniza integrando y cohesionando las esferas –cognitiva, emocional y motriz-, a la vez que crece y se despliega el potencial innato del alumno/a. Mientras que las técnicas y actividades que favorecen la integración hemisférica equilibran y armonizan, nuestro programa actúa en sinergia logrando en el alumno cualidades avanzadas.

Integración hemisférica.

El cerebro está dividido en dos hemisferios: el hemisferio cerebral derecho y el hemisferio cerebral izquierdo. Cada uno de ellos ejerce distintas funciones psíquicas y sensoriales.

La educación occidental tiende a potenciar más las funciones del hemisferio izquierdo. Por ello en la actualidad están aplicándose paulatinamente a la educación métodos que intentan estimular el aprendizaje a través del hemisferio cerebral derecho, lo cual, en principio es sumamente positivo.

Sin embargo, en nuestro sistema el objetivo radica en el desarrollo armónico de ambos hemisferios; es en la integración y sincronía hemisférica donde se observan los mayores beneficios en el aprendizaje, debido a que el trasvase de información de un hemisferio a otro se acelera exponencialmente, optimizando el potencial de ambos hemisferios, implicando a su vez el desarrollo (global) de la capacidad mental en los niños, permitiendo con eficacia, un aprendizaje más amplio y profundo -generando una mayor comprensión (o consciencia comprensiva) y conexiones en el entramado neural del cerebro- llegando a formar parte integradora o esencial del alumno.

Esto se traduce, a nivel fisiológico, como la comunicación óptima de ambos hemisferios cerebrales y, a nivel funcional, el equilibrio entre lo cognitivo, lo emocional y lo motriz.

Hemisferios

A continuación te invitamos a realizar un sencillo ejercicio en la página número 2